A partir d'una primera entrevista el paciente expresa el motivo de su consulta y el psicólogo le comunica una primera valoración de su estado psíquico y le da información sobre los tratamientos psicológicos, su funcionamiento y los efectos terapéuticos que se pueden esperar en función de los problemas que presenta.
Posteriormente se hacen entrevistas preliminares donde se explora y se diagnostica la afección de la que se trate a través de una escucha atenta de la expresión verbal y emocional del paciente, para poder comunicar un psicodiagnóstico y hacer la propuesta terapéutica más adecuada a su problemática (psicoterapia, psicoanálisis, visitas de seguimiento de soporte psicológico, consultas puntuales, asesoramiento, derivación, etc.)
Si se acuerda iniciar una psicoterapia se programan una serie de sesiones periódicas entre paciente y terapeuta dentro de un marco regulado y pactado a fin de llevarla a término de una manera continuada para asegurar su eficacia.
Cada sesión tiene un espacio y un tiempo para dar lugar a la comunicación verbal, sincera e íntima que favorezca un vínculo de confianza y confidencialidad entre terapeuta y paciente.
¿Como puede curar un tratamiento donde solo se trata de hablar?
Hablar sobre uno mismo es hablar de los sentimientos que nos despiertan diferentes experiencias de la vida cotidiana, de los pensamientos que tenemos, de la influencia de los demás en nuestro comportamiento, de los problemas laborales, de las dificultades con la pareja, con los hijos, con la salud, etc. Todo esto, a parttir de la escucha atenta y de la intervención profesional del terapéuta ayuda a desbloquear situaciones personales que impiden la resolución de conflictos emocionales. Los conflictos no resueltos a la larga, pueden desembocar en auténticas enfermedades. Los progresos de la terapia no solo son producto de poder desahogarse sino de conseguir un mayor autoconocimiento, tanto de nuestras capacidades como también de nuestros límites.
Los sentimientos y las emociones tienen resonancia directa en nuestro cuerpo y en nuestro organismo. Esta científicamente demostrado que cuando la ansiedad invade nuestra vida diaria, también tiene un efecto perjudicial en la salud de nuestro organismo, disminuyendo las defensas del sistema inmunitario, quedando así más frágil y vulnerable a todo tipo de enfermedades.
El efecto terapeutico del hecho de "hablar" y de "ser escuchado" también influye benéficamente en nuestro organismo. Muchas de las dolencias somáticas (dermatológicas, gastrointestinales, musculares, de fibromialgia, sexuales, alimentarias, etc.) pueden ser la expresión de conflictos psíquicos que por no poder tener una expresividad "hablada" se transforman en trastornos en el cuerpo. La posibilidad de dar salida hablada junto con la emoción con la que siempre acompaña a este tipo de significaciones inconscientes, es lo que hace posible la remisión o alivio de los síntomas.
¿Las Psicoterápias siempre duran mucho tiempo?
La duración de una psicoterapia depende de diferentes factores que no siempre se pueden calcular de entrada. Uno de ellos es el tipo de malestar psíquico a tratar. El grado de severidad de la afección, el tipo de personalidad del paciente, además de otros factores circunstanciales, determinan la duración final de la cura psicológica.
No es lo mismo un malestar reactivo a una circunstancia vital traumática como puede ser la depresión de una personalidad saludable ante la pérdida de un ser querido que el caso de unos síntomas de larga duración, cronificados y muy fijados o el de una persona que sufre una enfermedad mental crónica que cursa con frecuentes descompensaciones. Por tanto, en el primer caso es posible que el periodo de tratamiento pueda ser más corto que en el último caso. Normalmente la evolución que el paciente haga durante el tratamiento, junto con su diagnóstico y su pronóstico, es lo que marcará su tiempo.
La finalización de la psicoterapia se valora por el psicoterapeuta con el acuerdo del paciente cuando se llega a un grado de resolución sintomática y de rectificación subjetiva suficientes para garantizar una salud emocional sostenida que evite las recaídas o descompensaciones.
Hay que añadir que existen otras modalidades de soporte psicológico breve y acotado en el tiempo siempre que esté indicado según el estado psíquico del paciente.
¿El psicólogo prescribe medicación?
No, el psicólogo, a diferencia del psiquiatra, ejerce su acción terapéutica a través del vínculo personal y de la palabra sin recetar medicación alguna. No obstante, el psicólogo puede valorar cuando es preciso que su paciente sea tratado con medicación y, en ese caso, puede hacer la indicación de derivar a su paciente al psiquiatra para que haga la prescripción psicofarmacológica. El psicólogo psicoterapéuta también puede tratar pacientes que esten siguiendo una medicación psiquiátrica y que se considere conveniente que de forma paralela puedan ser tratados mediante psicoterapia. En muchos casos puede darse esta circunstancia de que el paciente haga tratamientos mixtos o combinados de psicoterapia con psicofármacos ya que para muchas de las afecciones psíquicas es incluso lo más indicado.
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