dimecres, 9 d’octubre del 2013

¿COMO CRIAR A LOS NIÑOS?

Publicado en el diario digital argentino de La Nación el 6-10-13

Eric Laurent es uno de los continuadores de la enseñanza de Jacques Lacan. Sostiene que no se puede pensar la clínica por fuera de la época. Vino este año a Buenos Aires y habló con LNR sobre la familia hoy, época de crisis en el lazo social.

Lejos de estar encerrado en un consultorio, viaja por el mundo dictando conferencias que son escuchadas por gente dentro y fuera del ámbito psi, encarnando lo que él ha postulado como el analista-ciudadano: aquel que elabora lo que dice de manera tal que pueda incidir en la civilización.

Usted ha dicho que allí donde no hay más familia, ella subsiste a pesar de todo. ¿Qué es lo que subsiste?

A partir de un momento que se puede pensar como el fin de una cierta forma tradicional de familia, y desde la igualdad de los derechos, sea entre hombres y mujeres, entre niños y padres o entre las generaciones, se desplazó la manera como se articulaba la autoridad. Además, con la separación entre acto sexual y procreación, y con la procreación asistida, vemos una pluralización de formas de vínculos que permiten articular padres y niños fuera de la forma tradicional. Una de las discusiones entre las civilizaciones de los países hoy es qué es lo que se puede llamar familia alrededor de un niño. Esto se puede hacer tanto con familias monoparentales como cuando hay dos personas del mismo sexo o varias personas que se ocupan de él. Es lo que queda de lo que era la oposición, e
n un momento dado, entre un modelo de familia tradicional o nada, nada que se pudiera llamar familia según la definición del código civil napoleónico, desde el punto de vista laico: una cierta forma que permitía transmitir los bienes y articular los derechos, pero afuera no había ni bienes ni derechos. Ahora hay pluralización completa y se sigue hablando de familia porque es una institución que permite bienes y derechos y la articulación entre generaciones. Entonces, es lo que queda; en ese sentido, creo que hay una conversación a través de nuestra civilización, un interrogante que da muchas respuestas, que algunos aceptan, otros rechazan y otros quieren mantener una forma definida, con un ideal determinado.

Laurent afirma que pensar la figura del padre hoy es un asunto crucial. Y que, incluso cuando el padre falta, lo que hoy no falta es un discurso acerca de lo que para ella es un padre, aun si está ausente. Además, la madre a su vez ha tenido un padre. Lacan trató de separar el padre del Nombre del Padre, es decir, de esta función paradojal prohibición-autorización, que puede funcionar o no más allá de las personas presentes.

Actualmente, los nuevos roles de las mujeres en el mercado de trabajo y las innovaciones producidas por la ciencia llevan a escenarios impensables hace algunos años en cuanto a los modos de reproducción. ¿Qué tiene para decir el psicoanálisis ante esto?

En todas estas variaciones o creaciones diversas, distintos discursos van a entrar en conflicto sobre lo que son el padre o la madre en esta ocasión. Pero lo que vemos es que nadie quiere tener hijos sin padres. Es muy llamativo, pero las peleas jurídicas de las comunidades gay y lesbiana para ser reconocidos como padres y madres de hijos, son para poder utilizar los nombres de la familia. El niño es confrontado al hecho de que fuera de la familia circulan otros discursos. ¿Cómo orientarse entonces cuando, por ejemplo, el niño es concebido por fertilización asistida con donante anónimo? Los chicos en la escuela le dicen: "¿Dónde está tu padre?" Y el niño contesta: "Yo no tengo padre". ¿Cómo no va a tener un padre? Eso es imposible... Y entonces, ¿cómo va a contestar y sostenerse con eso? ¿Cómo va a inventar una solución, un discurso posible? El psicoanálisis puede, precisamente, ayudar a que en estas circunstancias el niño, la madre, puedan orientarse en un espacio en el cual sea posible usar los términos padre-madre de una manera compatible con el discurso común.

Usted ha dicho que en los momentos de grandes cambios los chicos son las primeras víctimas, son los primeros en sufrir el impacto de estos cambios. ¿Cuáles son las cuestiones en juego para los chicos que están creciendo?

Múltiples. Las formas de patología del lazo social con los chicos y entre los chicos se ven a través de las quejas de los que están a cargo de ellos, especialmente de los pedagogos, con el papel esencial que ahora desempeña la escuela en la civilización. No hace mucho que la escuela tiene este papel tan importante para criar a los niños. Antes, la articulación con la religión, la moral, el Estado, el ejército, tenían un peso, había una variedad de instituciones. Cada vez más se reduce el peso de éstas para centrarse en la gran institución escolar, que recoge a los niños y trata de ordenarlos a partir del saber. Una dificultad para los chicos de hoy (y lo vemos en la enorme cantidad de niños diagnosticados con déficit de atención o hiperactividad) es la de poder quedarse sentados cinco horas en una escuela, lo que no sucedía en otras civilizaciones. Lo curioso es que parece como una epidemia el hecho de que hay más y más chicos que no pueden renunciar a este goce de cuerpo a cuerpo, de las peleas, la agresión física, sin hablar de la violencia desproporcionada, característica de las pandillas de adolescentes. Todo este sufrimiento funda la idea de una patología de la infancia y la adolescencia. Se dice que los chicos no soportan las prohibiciones, no toleran las reglas.

¿Podría aclarar un poco más qué pasa ahora en las escuelas?

-Al poner la educación universal y decir que todos los niños tienen iguales derechos, al meterlos a todos en el mismo dispositivo, hay patologías que entran dentro de este dispositivo escolar que no estaban antes. Por otro lado, con la precarización del mundo del trabajo cada vez más niños son abandonados por la presión que hay. Antes tenían madres para ocuparse de ellos. Ahora se ocupa el televisor. La tevé es como una medicación, es como dar un hipnótico: hace dormir... Es una medicación que utilizan tanto los niños como los adultos para quedarse tranquilos delante de las tonterías de la pantalla. Pero el televisor en común para toda la familia no es la oración común de la tradición, aquella que permitía vincular a los miembros de la familia a través de rituales. Cuando el único ritual es la televisión, comer delante de ella, hablar sobre ella o quedarse en silencio frente al aparato, esto permite articular poco esta posición del padre entre prohibición y autorización. La escuela es precisamente la que articula entonces esta función: los maestros aparecen como representantes de los ideales y esto agudiza la oposición entre niño y dispositivo escolar, transformando las patologías, que no pueden reducirse estrictamente a algo biológico ni a algo cultural, en la imbricación de éstos dentro del dispositivo de la escuela.

Usted ha mencionado a Lewis y a Tolkien como dos personas que desde la literatura quisieron proponer modelos identificatorios posibles. En una época de caída de los ideales, ¿cómo orientar a los niños en ese sentido?

La literatura es siempre una excelente vía para orientarse. Después del derrumbe de la Primera Guerra Mundial, del derrumbe de los ideales, los intelectuales estaban preocupados por cómo orientarse y orientar a la generación que venía. Algunos escritores explícitamente pensaron en elaborar con su obra una manera de proteger al niño de la tentación del nihilismo y orientarlo en la cultura y en las dificultades de la civilización, presentar figuras en las cuales el deseo pudiera articularse en un relato. Con El señor de los anillos, Tolkien hizo una tentativa de proponer a los chicos, a los jóvenes, una versión de la religión, un discurso sobre el bien y el mal, una articulación sobre el goce, los cuerpos, las transformaciones del cuerpo, todos esos misterios del sexo, del mal, que atraviesa un niño; versiones de la paternidad. Tolkien consiguió algo: hay muchos niños para los cuales el único discurso que han conocido y que les interesa sobre esto es El señor de los anillos en los tres episodios. De la misma manera, un escritor católico, como C. S. Lewis, hizo con las Crónicas de Narnia una versión de la mitología cristiana sobre el abordaje de los temas del bien y del mal, de la paternidad, de la sexualidad. Gracias al cine, Tolkien salió de sus años treinta, pero para una generación fue Harry Pot­ter, que articula la diferencia entre el mundo de los humanos y el mundo ideal de los brujos, poblado de amenazas, donde el bien y el mal se presentan como versiones del discurso.

¿Qué pueden encontrar los chicos en la literatura?

Harry Potter fue, para muchos chicos, incluso los míos, una compañía: ir creciendo de la infancia a la adolescencia a lo largo de los cinco o seis tomos de la historia. Además, presentó figuras de identificación muy útiles. Un niño podía prestar atención por lo que le decía Harry Potter, precisamente, sobre cómo se articulan el bien y el mal, sobre cómo hay que comportarse en la vida y cómo manejarse en las apariencias y en los sentimientos contradictorios que uno puede conocer al mismo tiempo. Son herramientas para salvar a las generaciones de la tentación del nihilismo, del pensar que no hay nada que valga la pena como discurso. Cuando nada vale como discurso, hay violencia. El único interés, entonces, es atacar al otro. La crisis de los ideales que se abrió con el fin de la Primera Guerra no se ha desvanecido. ¿A qué deberíamos prestarle atención? Hoy vemos un llamado a un nuevo orden moral, apoyado en el retorno de la religión como moral cotidiana. Cuando en Europa hay violencia en los suburbios, se hace un llamado a los imanes musulmanes para que dirijan un discurso de paz a los jóvenes de la inmigración. También a los curas, para tratar de ordenar un poco el caos engendrado por estos jóvenes desamparados que manifiestan conductas estrictamente autodestructivas por la desesperanza en la que están sumidos. En la esfera política, a través de la famosa oposición entre las cuestiones de issues (temas) y values (valores), vemos que ahora el tema es moral. Hay una tendencia a pensar que para volver a obtener una cierta calma en la civilización se necesita multiplicar las prohibiciones, que la tolerancia cero es muy importante para restaurar un orden firme, que la gente tenga el temor de la ley para luchar contra sus malas costumbres. Los analistas, frente a esta restauración de la ley moral, saben que toda moral comporta un revés, que es un empuje superyoico a la transgresión. Precisamente, la idea de los analistas en su experiencia clínica es que saben que cuando la ley se presenta sólo como prohibición, incluso prohibición feroz, provoca un empuje feroz, sea a la autodestrucción, sea a la destrucción del otro que viene sólo a prohibir. Hay que autorizar a los sujetos a respetarse a sí mismos, no sólo a pensarse como los que tienen que padecer la interdicción, sino que puedan reconocerse en la civilización. Esto implica no abandonarlos, hablarles más allá de la prohibición, hablar a estos jóvenes que tienen estas dificultades para que puedan soportar una ley que prohíbe pero que autoriza también otras cosas. Hay que hablarles de una manera tal que no sean sólo sujetos que tienen que entrar en estos discursos de manera autoritaria, porque si se hace esto se va a provocar una reacción fuerte con síntomas sociales que van a manifestar la presencia de la muerte.

¿Cómo criar a los niños en esta época?

Hay que criar a los chicos de una manera tal que logren apreciarse a sí mismos, que tengan un lugar, y que no sea un lugar de desperdicio. En la economía global actual, el único trabajo que puede inscribirse es uno de alta calificación, al cual no siempre van a tener acceso. No podemos pensar que vamos a salir adelante sólo con la idea de que si uno trabaja bien y tiene un diploma va a encontrar un trabajo. Hay niños que no van a entrar y, a pesar de esto, tienen que tener un lugar en nuestra civilización. No hay que abandonarlos. Y éste es el desafío más importante que tenemos, el deber que tenemos nosotros frente a ellos. Concebir un discurso que pueda alojarlos dentro de la economía global.

Por Verónica Rubens
Agradecemos al Marriott Plaza Hotel por la colaboración prestada para la realización de esta nota.

PERFIL

Eric Laurent es psicoanalista francés, doctor en psicoanálisis por la Universidad de París VIII. En la Francia inquieta de finales de los años 60 conoció a Jacques Lacan y decidió formarse con él; se convirtió en uno de sus más destacados alumnos. Delegado general de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, da clases a nivel de posgrado en el Departamento de Psicoanálisis de la Universidad de París VIII, institución donde también enseñaron Foucault, Deleuze, Badiou y el propio Lacan.
Trabajó durante más de 20 años en Sainte-Anne, un destacado hospital psiquiátrico cuya fundación se remonta a los tiempos previos a la Revolución Francesa.
Sus artículos han sido traducidos a siete idiomas, y doce de sus libros han sido publicados en español.
Ha dictado conferencias en la Universidad de Columbia en Nueva York; en diversas ciudades de Europa; en Tel Aviv, Montreal, Buenos Aires, así como en otras ciudades de América latina.


dijous, 19 de setembre del 2013

TDAH A CATALUNYA

COMUNICAT DE LA JUNTA DE GOVERN DEL COPC (Col·legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya) SOBRE LA INCIDÈNCIA DEL TDAH A CATALUNYA

Al llarg dels darrers deu anys s'ha constatat un augment progressiu de l'ús del diagnòstic de trastorn per dèficit d'atenció i hiperactivitat (TDAH) en les diferents modalitats que estableix i descriu el DSM. Aquest augment, d’acord amb l’opinió dels nostres experts, ha estat provocat, en gran manera, per un sector de professionals de la salut defensors de tractar amb fàrmacs un conjunt de problemes conductuals o emocionals molt freqüents en la infància i considerats, fins ara, com un camp d'intervenció prioritària dels psicòlegs.
La multiplicació del diagnòstic del TDAH ha donat lloc al fet que hagi augmentat molt l’ús de medecines per a aquests problemes. Actualment, diverses organitzacions descriuen que un nombre important de nens entre cinc i setze anys, però també –i cada vegada més– d’edats inferiors, són tractats amb fàrmacs psicoestimulants (metilfenidat i atomoxetina), els efectes adversos immediats dels quals són força ben coneguts (augment de la tensió arterial i de la freqüència cardíaca, alteracions de l'alimentació i la son, alentiment del creixement estato-ponderal, alteracions propioceptives), mentre que encara són poc coneguts els efectes a mitjà i llarg termini del consum continuat d’uns altres fàrmacs. La rapidesa amb què s’ha produït aquest procés de farmacoteràpia i la magnitud a què ha arribat els darrers anys han comportat dictàmens dels organismes internacionals més importants (Comitè de Drets dels Infants de la UNESCO,i Organització Mundial de la Salut), que interpel·len l’Estat espanyol amb relació a les causes d’aquesta situació.
El TDAH és una entitat controvertida i polisèmica, clínicament i acadèmicament. Un nodrit grup de professionals dels àmbits mèdic i psicològic en qüestiona l’existència com a trastorn amb una etiologia i una patogènia específiques. Les posicions d’autors de tant de prestigi com Leon Eisenbergii o Jerome Kaganiii han tingut un gran ressò, però són molt nombrosos els psicòlegs i psiquiatres que qüestionen l’existència mateixa del TDAH o, si més no, el sobrediagnòstic, que es dóna cada vegada més. En absència de marcadors biològics específics, força generalitzables, les afirmacions que defineixen el TDAH com una patologia hereditària del neurodesenvolupament són només una part confirmada de la investigació actual.
Des d’una perspectiva diferent, el TDAH pot fer referència a un conjunt de símptomes (impulsivitat, inquietud motriu, dificultats per a concentrar-se en una activitat) presents en molts quadres psicopatològics que responen a causes molt diverses i que necessiten, per tant, uns enfocaments diferenciats que el sobrediagnòsticiv del TDAH acostuma a enfosquir i confondre.
És evident que en alguns casos l'ús d'algun dels fàrmacs esmentats pot ser indicat, però sempre en el context d'una intervenció psicoterapèutica i amb un estricte seguiment mèdic, mentre que en molts altres casos allò que es detecta (conductes més o menys disruptives en el context escolar o familiar, manca d’atenció o concentració en tasques escassament engrescadores) ha de ser tractat amb un enfocament psicoeducatiu que tingui en compte un conjunt de circumstàncies i de factors propis del nen i del seu entorn. Les nostres aportacions als responsables polítics van en aquesta direcció.
Constatem, però, que el diagnòstic del TDAH comporta, en la immensa majoria de casos, un únic tractament, el farmacològic, mantingut durant períodes llargs i sense cap seguiment mèdic. A més, el suposat caràcter orgànic que comporta el diagnòstic del TDAH esborra la dimensió subjectiva del problema i pot empènyer els adults que tenen cura del nen (pares i mestres) a interpretar tot el seu comportament com a efecte d’aquesta suposada malaltia i a abandonar les seves responsabilitats específiques.
Com és ben sabut, la situació actual de crisi econòmica global ha comportat retallades importants en les prestacions pròpies de l’estat del benestar, de manera que l’educació, la sanitat i els serveis socials són en un procés de reducció i privatització que afecta les condicions de treball dels professionals i, per tant, la qualitat de l’atenció que reben les persones. L’ensenyament públic, en particular, passa per un procés de reducció de mitjans materials i humans que, indubtablement, incideix en els resultats escolars dels nens.
En aquest context la Conselleria d’Ensenyament planteja que una de les causes més importants per a explicar els nivells elevats de fracàs escolar –deixant a part els factors sociofamiliars, les situacions de precarietat i atur, la massificació de les aules i el descontentament dels docents– és l’alta prevalença del TDAH. En conseqüència, endega un pla de treball destinat a elaborar instruments (la guia sobre el TDAH en versió per a les escoles i per als EAP) que possibilitin la detecció, el diagnòstic i el tractament dels nens afectats, suposadament, d’aquest trastorn.
Aconsellem la màxima prudència a l’hora de valorar realitats tan complexes com el fracàs escolar o categories clíniques tan qüestionades com el TDAH.
Les conclusions d’un estudi elaborat per les autoritats sanitàries dels Estats Unitsv sobre l’evolució del diagnòstic del TDAH els darrers deu anys i el tractament amb psicofàrmacs de nens i adolescents són ben coincidents amb les que han presentat uns estudis fets a l’Estat espanyolvi o a Catalunya:vii un excés alarmant de diagnòstics nous que implica, d’una banda, un abús de la medicació amb psicoestimulants i, de l’altra, un creixement desmesurat del compte de resultats de les empreses que els fabriquen i, simultàniament, de la despesa farmacèutica.
El COPC ha estat convidat a participar en la comissió que elabora la guia sobre el TDAH adreçada als EAP i la guia sobre el TDAH que elabora el Departament de Salut. La nostra participació en aquesta comissió parteix d’una posició crítica i alhora de la voluntat de no quedar exclosos en aquest procés. Tenim el deure de remarcar la inconveniència i la inoportunitat del sobrediagnòstic a partir d’una certa detecció i la importància de considerar l’opinió dels professionals que treballen a les xarxes d’atenció per a la població infantil i juvenil, als quals el COPC, d’alguna manera, escolta i representa.
A què respon la voluntat d’elaborar una guia sobre el TDAH per a aplicar-la a les escoles de Catalunya? Qui assessora en aquesta qüestió el Departament d’Ensenyament? Serà possible de tenir en compte l’opinió d’una part molt important dels professionals de la psicologia implicats en els àmbits educatiu, social i clínic?
Volem recalcar la voluntat del COPC de col·laborar amb les administracions i, en particular, amb els departaments d’Ensenyament i de Salut a través dels consells i òrgans en què ja participem i amb relació a qualsevol consulta addicional.
Tenim un compromís amb la defensa de la professionalitat, del saber i de la competència de les psicòlogues i dels psicòlegs de Catalunya. Demanem formalment que en l’aplicació de la guia i de qualsevol altra mesura es consideri seriosament la preocupació dels professionals de les xarxes esmentades (CDIAP, CSMIJ, EAP, EAIA, serveis socials, entre unes altres). Considerem de gran valor les seves aportacions com a coneixedors directes dels nombrosos factors que intervenen en la problemàtica del fracàs escolar a Catalunya i de la diversitat de les manifestacions psicopatològiques en la infància.

La Junta de Govern del COPC
16 de setembre de 2013

I-Convenció sobre els Drets de l’Infant. Comitè dels Drets de l’Infant. Examen dels informes presentats pels estats part en virtut de l’article 44 de la Convenció. Observacions finals: Espanya. http://www.de0a18.net/pdf/drets_observacions.pdf
II- http://www.lavanguardia.com/vida/20130527/54374878936/deficit-atencion-ninos-ficticio.html
III- http://www.spiegel.de/international/world/child-psychologist-jerome-kagan-on-overprescibing-drugs-to-children-a-847500.html
IV- http://www.evidenciasenpediatria.es/DetalleArticulo/_LLP3k9qgzIh7aNQBiadwmaMOISQgCOX0QRdJF5oH_8qV_RztPGwSo8LU28cFLXPyt899BQG7qYAii0KRQyDQ0w
V-  http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/04/02/actualidad/1364903542_739753.html
http://www.psychologytoday.com/blog/suffer-the-children/201203/why-french-kids-dont-have-adhd
VI- Evaluación de la situación asistencial y recomendaciones terapéuticas en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco:
http://www9.euskadi.net/sanidad/osteba/datos/e_10_09_trast_hiper.pdf
VII- Anguera, M.T.; Moya, J. (2010). Problemes de comportament en els infants i adolescents de Catalunya. El trastorn per dèficit d’atenció i hiperactivitat i els trastorns de conducta. Necessitats educatives que generen. Departament d’Educació. Generalitat de Catalunya: http://www20.gencat.cat/docs/Educacio/Home/Departament/Publicacions/Col_leccions/EducacioInclusiva/Educacio_inclusiva_4.pdf
http://www.ciimu.org/images/stories/CIIMU/Noticias/Pre_programa_TDAH_gener2013.pdf
http://www.sepypna.com/noticias/2012-02-23-presentacion-libro-tdah-coordinado-por-merce-mabres/

dilluns, 5 d’agost del 2013

LOS CASOS DE DEPRESION AUMENTAN UN 19% EN ESPAÑA DESDE EL INICIO DE LA CRISIS

COP Catalunya INFOCOP 7-6-2013
 Los casos de depresión detectados en atención primaria de salud, han aumentado en España un 19% desde que se inició la crisis, mientras que las situaciones de ansiedad lo han hecho en un 8,4% y los problemas relacionados con el alcohol, un 4,6%, según los datos facilitados en el marco de la celebración del 5è Congrés Català de Salut Mental que se celebra los días 6, 7 y 8 en Barcelona.
 Estos datos, han sido extraídos del estudio “Los riesgos para la salud mental de la crisis económica en España: evidencia en población atendida en centros de atención primaria, entre 2006 y 2010”, publicado en el European Journal of Public Health. La precariedad laboral, los cambios en el sistema de trabajo propios del neoliberalismo, el paro, los desahucios, la inestabilidad social y la pobreza inciden directamente en la salud mental de las personas. Con los actuales recortes en el presupuesto sanitario y social se han minimizado los programas más necesarios, comunitarios y preventivos. Para poder afrontar esta situación, los profesionales proponen potenciar la creación de grupos específicos de ayuda mutua, para personas en situación de paro de larga duración o de desahucio por ejemplo, en los centros de salud y, también, programas de seguimiento individualizados que ayudan a vincular a la persona con un problema de salud mental, con el sistema de salud mental y garantizar el tratamiento. Inauguración del Congreso: Lluis Noguera (director de CosmoCaixa i subdirector de l’àrea de ciència), Josep Clusa (president de la Fundació Congrés Català de Salut Mental i del Comitè Organitzador), Montserrat Grané (representant Departament de Salut) y Josep Vilajoana (decano COP Catalunya) Muchas de las personas que actualmente se dirigen a los servicios sociales de atención primaria, y que lo hacen por causas directamente relacionadas con la crisis, manifiestan tener sensaciones de pérdida de control sobre la propia vida, sentimiento de inutilidad e incluso ideas de muerte, no tanto de suicidio como de que alguna enfermedad ponga fin a su vida. Las personas afectadas por la crisis económica muestran predominantemente síntomas de desesperación, culpa e irritabilidad pero todos estos síntomas remitirían si las condiciones externas se modificaran, según advierte Josep Moya, director del Observatori de Salut Mental de Catalunya. Otra de las propuestas puestas sobre la mesa en el marco de este Congreso, es que los profesionales trabajen conjuntamente con las plataformas ciudadanas que se han creado para ayudar en casos de desahucio o recortes en el sistema de salud. Este es el caso de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Dempeus per la Salut Pública o los yayoflautas, todas ellas organizaciones de ayuda mutua. Esta ayuda les permite salir del aislamiento, sentirse útiles, compartir experiencias y disminuir el sentimiento de culpabilidad, intentando buscar soluciones. Aquellas personas que se agrupan para luchar colectivamente por su situación, explican cómo esto les proporciona una mejoría en su estado de salud y una reducción del consumo de medicación. La sensación de sentirse útiles, acompañados y de establecer lazos, los ayudan a mejorar día a día. Hasta el 8 de junio, el CosmoCaixa de Barcelona acoge el 5è Congrés Català de Salut Mental, un encuentro multidisciplinar de profesionales de la salud mental y las propuestas para afrontarlo. Este encuentro es una iniciativa de la Fundació Congrés Català de Salut Mental, con el apoyo del Col.legi Oficial d’Infermeres i Infermers de Barcelona, el Col.legi de Psicòlegs de Catalunya, el Col.legi de Treball Social de Catalunya, el Col.legi de Metges de Barcelona y el Col.legi d'Educadores i Educadors Socials de Catalunya. En el Congreso participan el presidente del Consell Assessor de Salut Mental i Addiccions del Departament de Salut, Pere Bonet, el director de l’Observatori de Salut Mental de Catalunya, Josep Moya, el director de l’Institut d’Investigacions Farmacològiques Mario Negri Sud de Milan y asesor de la Organización Mundial de la Salud, Gianni Tognoni, el profesor de la Universidad de Cambridge German Berrios, y la arquitecta Itziar González, experta en participación ciudadana y resolución de conflictos en el espacio público, entre otros. Josep Vilajoana, decano del COP Catalunya, participa en la apertura y presentación del congreso, representando a los colegios profesionales participantes.

divendres, 21 de juny del 2013

Apuestas online, el nuevo desafio del juego patológico

Infocop

Desde que en el año 1977 fue legalizado el juego en España, han ido apareciendo en el mercado numerosas modalidades de juegos de azar y apuestas: máquinas recreativas, bingos, casinos, quinielas, bonolotos, cupones… y, más recientemente, las apuestas por Internet, tanto de azar como deportivas. Todo esto ha conllevado el crecimiento del gasto en juego y el incremento paulatino de problemas derivados de esta actividad, ya que hay un número elevado de personas que son capaces de hipotecar sus vidas en el resultado de un suceso aleatorio, desatendiendo la posibilidad de perder el dinero propio y ajeno, el trabajo, la familia y los amigos, en una actividad en la que se ha comprobado que siempre se acaba perdiendo. Fue en 1980, y más allá de las enormes críticas que están recibiendo los sistemas clasificatorios en Salud Mental actuales, cuando se incluyó por primera vez el juego patológico como un trastorno dentro del DSM-III (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), categorizado dentro de los “trastornos del control de impulsos no clasificados en otros apartados”. Se define al jugador patológico como un individuo que se caracteriza por “la incapacidad crónica y progresiva de resistir los impulsos de participar en juegos de azar o apuestas, y esta actividad pone en riesgo los objetivos familiares, personales y vocacionales”. Las siguientes ediciones del DSM, han mantenido la ludopatía en la misma taxonomía, al igual que la CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades), que, en su versión número 10, la incluye dentro de los “trastornos impulsivos y de hábito”, junto con otros problemas como la piromanía, cleptomanía o la tricotilomanía. Sin embargo, la descripción de este trastorno se ha ido puliendo con el tiempo, asemejándose cada vez más a los criterios establecidos para el diagnóstico de dependencia de sustancias. De hecho, la mayor parte de los profesionales considera el juego patológico como una conducta adictiva, debido a la gran cantidad de similitudes que existen entre ambos trastornos, como, por ejemplo, la incapacidad para dejar de realizar la conducta (consumo o juego) a pesar de los intentos reiterados, o la tolerancia, es decir, la necesidad de incrementar la cantidad de la actividad, para conseguir los mismos efectos (para ver una comparativa de las similitudes se puede consultar el libro de Ochoa y Labrador, El Juego Patológico, 1994). Teniendo en cuenta los datos de los últimos años, el DSM-5 ha optado por incluir el juego patológico en la misma categoría que el resto de trastornos adictivos. De esta forma, considera dos tipos de adicciones: las relacionadas con el consumo de alguna sustancia (cannabis, alcohol…), y las adicciones conductuales, que, por el momento, contaría sólo con la adicción al juego. Respecto a la CIE-11, parece que las deliberaciones sobre los cambios de la categorización del juego patológico, van en la misma línea que las del DSM, planteándose su inclusión en la categoría de conductas adictivas (sin sustancia) en vez de en la categoría de trastornos impulsivos. Además de las modificaciones en las clasificaciones, el mundo del juego está viviendo importantes cambios en todos los niveles. Hace dos años que se aprobó en nuestro país la Ley de Ordenación de Juego (Ley 13/2011, de 28 de mayo), con la que se ha regulado el sector de las apuestas online. El término “apuestas online” se refiere a todas las formas de juegos de azar que implican la apuesta de dinero en algún tipo de suceso fortuito y que se hace a través de Internet, ya sea desde el ordenador, el teléfono móvil o cualquier otro dispositivo con acceso a la Red. Las apuestas por Internet han crecido enormemente en los últimos 10 años y, actualmente, representan alrededor del 8% del mercado mundial de juegos de azar (Global Betting y Gaming Consultants, 2011). En España, desde la entrada en vigor de la Ley, en tan sólo un año, han proliferado rápidamente los operadores de juego en la red, habiendo, en la actualidad, un total de 44 activos para las diferentes modalidades de juego: póker, bingo, juegos de casino, apuestas y concursos. Y no es de extrañar, si tenemos en cuenta los beneficios astronómicos y ascendentes que da el sector: de junio a diciembre del 2012, se registró una subida del 70% en las sumas apostadas (2.727 millones de euros) respecto al mismo periodo del 2011 (1.575 millones de euros), según el Ministerio de Hacienda. En cuanto a las estimaciones futuras, en nuestro país se prevé un crecimiento del sector para el año 2013 de alrededor de un 10%, pudiendo llegar a los 5.000 millones de euros en volumen de cantidades jugadas. A escala internacional, el rendimiento bruto del juego online mundial (es decir, ya restados los premios), se espera que supere los 43 billones de dólares en EE.UU. en el año 2015 (Global Betting y Gaming Consultants, 2011). Pero toda moneda tiene dos caras. En estos últimos meses se ha disparado el número de usuarios, pasando de los 195.000 estimados hace un año, a más de 1.010.000 jugadores on line registrados a finales del 2012 (trámite obligatorio con la nueva ley). Y, como era de esperar, con el aumento de jugadores, también se ha acrecentado de forma alarmante el número de personas con problemas de juego. Con el paso del tiempo, se está viendo que las peores predicciones de los expertos (Abbott, Volberg, & Ronnberg, 2004; Welte, Barnes, Tidwell, & Hoffman, 2009), referidas a que la legalización del juego online iba a disparar los índices de juego patológico, se están cumpliendo en todo el mundo: Suecia, Australia, Reino Unido, y también en España. A pesar del poco tiempo transcurrido desde la entrada en vigor de la Ley de Ordenación del Juego en nuestro país, y aunque todavía no disponemos de estudios científicos con datos epidemiológicos de ludopatía, ya son numerosas las asociaciones y entidades que están alertando del gran incremento de casos de adicción al juego online. Por ejemplo, la Unidad de Juego patológico del Hospital Universitario de Bellvitge ha registrado un aumento del 13,1% de las consultas por adicción asociadas al juego de azar en Internet. La misma tendencia ha detectado la Asociación Burgalesa de Rehabilitados de Juego Patológico. Es más, es previsible que la cifra de jugadores patológicos crezca mucho más en los próximos años, cuando se hagan explícitos casos que ahora están todavía latentes. El cambio de la modalidad de juego ha traído consigo, también, una modificación en el perfil del jugador patológico de los últimos años. Hace un tiempo, predominaba el perfil de un hombre de entre 30-40 años, cuyo objetivo era ganar dinero o recuperar lo perdido. Sin embargo, actualmente, se trata de jóvenes de 15 a 35 años, muchos de ellos estudiantes o titulados universitarios, que juegan cada vez más horas, dejando de lado su realidad cotidiana, sus estudios, familia y amigos. En cuanto a las mujeres, se comprueba que la edad de inicio en el juego es más tardía, entre los 35 y 40 años, pero su progresión hacia lo que se considera una conducta patológica es mucho más rápida que en el caso de los hombres. Si comparamos ambas formas de juego (online y presencial), numerosos estudios han hallado mayores niveles de riesgo de problemas de juego patológico entre los jugadores de la modalidad online en comparación con los jugadores presenciales (Brunelle et al., 2012; Griffiths, Wardle, Orford, Sproston, & Erens, 2009; Olason et al., 2011; Wood & Williams, 2011). Y es que la modalidad de juego online, cumple con todos los requisitos para ser altamente adictiva, todavía más que el juego presencial: Por una parte, cuenta con algunas características que se sabe que disparan el poder adictivo de los diferentes juegos: la estimulación visual para llamar la atención, claves que permiten generar ilusión de control en el jugador, la posibilidad de jugar en solitario, de jugar una apuesta de baja cuantía, o la brevedad del lapso de tiempo transcurrido entre la apuesta y el resultado (refuerzo inmediato). Por otra parte, ya en el año 1994, Ochoa y Labrador hablaban de la importancia de la disponibilidad de los juegos y su accesibilidad. Según este estudio, la legalización de un juego no tiene teóricamente que implicar un crecimiento desmesurado del número de personas que participan en el mismo. Sólo si la legalización va acompañada de medidas para facilitar al máximo la participación, es de esperar un incremento importante en el número de jugadores. No cabe ninguna duda de que tanto la facilidad para poder jugar a través de cualquier dispositivo conectado a la Red, como su disponibilidad las 24 horas, hacen del juego online mucho más accesible que el presencial. En tercer lugar, la privacidad es otro factor que ayuda a aumentar los problemas con el juego. Actualmente, se puede jugar frente al ordenador de casa, o con la discreción que proporcionan las aplicaciones descargadas en el móvil, sin la preocupación sobre qué pensarán las personas que están alrededor, al contrario de lo que ocurre en un bar o en un casino. Toda esta situación se agrava si tenemos en cuenta que los jugadores online parecen tener menos conciencia del problema y ser menos propensos a pedir ayuda. Entre las barreras que afectan a esta dificultad de reconocimiento del problema, se encuentran la aparición de esta conducta problemática a edad muy temprana (en la adolescencia) y la falta de campañas de concienciación de los efectos nocivos del juego online (tradicionalmente centradas en el juego presencial). De hecho, no sólo no se han hecho campañas de concienciación para prevenir los problemas con las apuestas online, sino que estamos expuestos a un bombardeo constante de anuncios publicitarios de las casas de apuestas, en los que, incluso, aparecen ídolos deportivos disfrutando del juego, con el perjuicio que puede generar para los menores al ser modelos de comportamiento, algo impensable hoy en día en otros problemas como el alcohol o el tabaco. Por este motivo, los profesionales instan a tomar medidas inmediatas para la concienciación de los peligros del juego online y alertan de la necesidad del control de la publicidad, así como de poner en marcha estrategias de juego responsable. Teniendo en cuenta las graves repercusiones que está teniendo el juego online en la población, la Dirección General de la Ordenación de Juego, ha presentado una Estrategia de Juego Responsable que pretende reducir al mínimo los posibles efectos nocivos del juego. Para llevar a cabo esta estrategia, el pasado febrero de 2013, se creó en España el Consejo Asesor de Juego Responsable, organismo cuyo objetivo es el de velar por las posibles consecuencias en las que se pueda afectar a la seguridad y el bienestar de los consumidores a través del juego y que está compuesto por diferentes profesionales de todos los ámbitos implicados en el juego, entre los que se encuentra el psicólogo Mariano Chóliz, profesor de la Universidad de Valencia. En los próximos días, publicaremos un artículo, en el que Chóliz, complementa esta introducción, presentando una propuesta de juego responsable en la situación española actual, donde profundiza sobre las mejores opciones que existen para minimizar los efectos nocivos del juego. Referencias: Abbott, M. W., Volberg, R. A., y Ronnberg, S. (2004). Comparing the New Zealand and Swedish national surveys of gambling and problema gambling. Journal of Gambling Studies, 20, 237–258. doi:10.1023/B:JOGS.0000040278.08853.c0 Brunelle, N., Leclerc, D., Cousineau, M., Dufour, M., Gendron, A., & Martin, I. (2012). Internet gambling, substance use, and delinquent behavior: An adolescent deviant behavior involvement pattern. Psychology of Addictive Behaviors, 26, 364–370. doi:10.1037/a0027079 Global Betting and Gaming Consultants. (2011). Global gaming report (2nd ed.). Castletown, Isle of Man, British Isles: Author. Griffiths, M. D., Wardle, H., Orford, J., Sproston, K., & Erens, B. (2009). Sociodemographic correlates of internet gambling: Findings from the 2007 British gambling prevalence survey. CyberPsychology & Behavior, 12, 199–202. doi:10.1089/cpb.2008.0196 Ochoa, E. y Labrador, F.J. (1994). El juego patológico. Barcelona: Plaza & Janés Editores. Olason, D. T., Kristjansdottir, E., Einarsdottir, H., Haraldsson, H., Bjarnason, G., & Derevensky, J. (2011). Internet gambling and problema gambling among 13 to 18 year old adolescents in Iceland. International Journal of Mental Health and Addiction, 9, 257–263. doi:10.1007/s11469-010-9280-7 Welte, J. W., Barnes, G. M., Tidwell, M.-C. O., & Hoffman, J. H. (2009). The association of form of gambling with problem gambling among American youth. Psychology of Addictive Behaviors, 23, 105–112. doi: 10.1037/a0013536 Wood, R., & Williams, R. (2011). A comparative profile of the Internet gambler: Demographic characteristics, game play patterns, and problema gambling status. New Media & Society, 13, 1123–1141. doi:10.1177/ 1461444810397650 Artículos Relacionados Aumento alarmante de jóvenes adictos a las nuevas tecnologías y apuestas online Se constituye el Consejo Asesor de Juego Responsable EL JUEGO PATOLÓGICO. AVANCES EN LA CLÍNICA Y EN EL TRATAMIENTO

divendres, 7 de juny del 2013


EL Instituto de Salud Mental de EEUU y
la Asociación Británica de Psicología proponen el cambio de paradigma en salud mental
 Infocop | 16/05/2013 (RESUMEN)

Tras el anuncio del Instituto Nacional de Salud Mental de EE.UU. de dar la espalda a la clasificación del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) y elaborar una nueva clasificación diagnóstica basada en marcadores objetivos y biológicos, la Asociación Británica de Psicología aviva aún más la polémica mostrando su oposición a la aplicación del modelo biomédico para la comprensión de los trastornos mentales.

En dicho comunicado, realiza un llamamiento internacional para el abandono definitivo del modelo de "enfermedad y diagnóstico" en salud mental, manifestando que "es oportuno y apropiado afirmar públicamente que el actual sistema de clasificación diagnóstica, en el que se basan el DSM y el CIE, con respecto a los diagnósticos psiquiátricos funcionales, presenta limitaciones conceptuales y empíricas significativas. Por consiguiente, es necesario realizar un cambio de paradigma en relación con las experiencias a las que se refieren dichos diagnósticos, hacia un sistema conceptual que no esté basado en un modelo de enfermedad".

La BPS señala que los llamados diagnósticos "funcionales" -esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno de la personalidad, trastorno por déficit de atención, etc.- se presentan como una declaración objetiva de los hechos, pero son, en esencia, juicios clínicos basados en la observación y la interpretación de la conducta y del auto-informe del usuario, por lo que están sujetos a variaciones y sesgos, lo que limita su validez. Además, advierte que estas formas de clasificación generan perjuicios en la práctica clínica, tales como la creciente medicalización de los problemas de ansiedad y del comportamiento (cuyo impacto es mucho más grave en el caso de los niños y adolescentes), entre otros inconvenientes. Agrega que por el contrario, existen pruebas concluyentes de que el sufrimiento humano es el resultado de una compleja combinación de factores psicológicos y sociales.

dissabte, 4 de maig del 2013

Un informe de UNICEF examina en profundidad el bienestar infantil

Infocop | 30/04/2013 4:09:00 El pasado 10 de abril de 2013 se publicó el Informe sobre el Bienestar Infantil en los Países Ricos, realizado por UNICEF. Para la elaboración de este documento se han tenido en cuenta cinco dimensiones de la vida de los niños: bienestar material, salud y seguridad, educación, conductas y riesgos, vivienda y medio ambiente. El informe consta de tres partes en las que aborda los siguientes temas: 1) clasificación del bienestar infantil de 29 países occidentales; 2) opinión subjetiva de los niños sobre su propio bienestar; y 3) examen de los cambios en el bienestar infantil durante los últimos 10 años. Según los datos que presentan en la primera parte del trabajo, España se encuentra muy por debajo de la media, en la posición 19 entre los 29 países analizados, mientras que hace 10 años ocupaba el quinto puesto de 21 países. En primera posición se encuentran los Países Bajos, seguido por Noruega e Islandia, países que se encuentran en las primeras posiciones, tanto en esta clasificación objetiva de bienestar, como en la subjetiva valorada por los propios niños. Si tenemos en cuenta cada dimensión por separado, España sale muy mal parada en la categoría de educación, ocupando el puesto 26. Esta situación se debe tanto a las malas tasas de participación en la educación (por ejemplo, casi el 14% de los niños de entre 15 y 19 años ni estudian ni trabajan), como a su mala calidad (medida gracias a las pruebas de lectura, matemáticas y ciencia, del Programa de la OCDE para la Evaluación Internacional del Estudiante –PISA-). Igualmente sale mal parada en el bienestar material, ocupando el puesto 24 y con una tasa del 20% de niños por debajo del nivel de pobreza, y en la categoría de conductas y riesgos, siendo el país número 20, teniendo en cuenta la alimentación, el ejercicio físico, las conductas de riesgo (alcohol, tabaco, drogas, embarazos adolescentes,…) y la exposición a la violencia. Sin embargo, España se encuentra en la posición 9 en materia de salud y seguridad, con tasas de mortalidad infantil muy bajas. La misma posición ocupa nuestro país en la categoría de vivienda y medio ambiente, en el que se han analizado la contaminación atmosférica y las características de los hogares. A pesar de esta mala clasificación, en la segunda parte del documento se ve que casi el 90% de los niños encuestados en España declaran sentir "satisfacción vital". En este indicador, los menores españoles ocupan la tercera mejor posición, sólo por detrás de Países Bajos e Islandia. Lo esperable es que exista una correlación razonable entre los resultados de las dos mediciones, y de hecho así es para muchos países, sin embargo, España ocupa el puesto 19 en una de ellas y el 3º en la otra. UNICEF considera que tanto los niveles de subjetivos de satisfacción vital presentados en la segunda parte, como el panorama del bienestar infantil presentado en la primera parte aportan información valiosa sobre la vida de los niños, aunque son mediciones de constructos diferentes, por lo que puede ser normal que en algunos casos no coincidan ambos datos. En la tercera parte del informe, en la que se evalúan los cambios en los últimos años, encuentran que aunque hay alguna excepción concreta, la historia general de la primera década del siglo XXI es una de mejora constante en la mayoría de las mediciones del bienestar infantil. Indicadores como la tasa de bajo poder adquisitivo familiar, la tasa de mortalidad infantil y la tasa de fumadores han disminuido en todos los países para los que se dispone de datos. Las tasas de matriculación en educación superior han aumentado en la mayoría de las naciones, y la mayoría de los países también ha registrado un descenso en las tasas de fecundidad en adolescentes, de consumo de cannabis, de peleas y de acoso escolar (por ejemplo, Dinamarca, España e Italia registraron una caída en la tasa de acoso escolar de más de 10 puntos porcentuales). En contrapartida, hay que tener en cuenta que en algunos casos, este progreso puede haberse visto interrumpido o incluso haber dado marcha atrás debido a la crisis económica generalizada. Las estadísticas utilizadas en este informe reflejan el inicio de la crisis pero no cuenta con datos de todas sus consecuencias. En los últimos años, muchos de los países que han sido evaluados en este trabajo han experimentado un nuevo aumento de las tasas de desempleo, un descenso en los ingresos reales (especialmente para los que ya tenían bajos salarios) y recortes en los servicios públicos. De momento, son pocos los países que disponen de información actualizada sobre lo que ha sucedido en la vida de los niños durante este período.

divendres, 26 d’abril del 2013

EL TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO NO DEBERIA SER LA PRIMERA OPCION PARA EL TDH/A

Infocop | 22/04/2013
Las áreas de Clínica y de la Educación del Colegio Oficial de Psicólogos de Navarra organizaron, recientemente, una sesión informativa para los colegiados y profesionales de orientación educativa interesados en el TDA/H y el tratamiento a seguir.En esta sesión, se presentó el documento “Trastorno por Déficit Atencional con o sin Hiperactividad (TDA/H). Consideraciones para iniciar o mantener un tratamiento con fármacos y sin ellos. 2013”, elaborado por Mikel Valverde, miembro del Grupo de Trabajo Niños y Adolescentes del COP Navarra, y que hace referencia al consentimiento informado de calidad. Este es un documento informativo (del que aquí se ofrece un extracto), de reconsideración anual, para quienes tengan que tomar decisiones respecto a estos niños, o se interesen por ellos, teniendo siempre en cuenta que un documento no puede suplir al diagnóstico clínico. Para realizar el diagnóstico TDA/H se considera el comportamiento del menor en tres áreas: movimiento, atención e impulsividad. Su diagnóstico es descriptivo (el diagnóstico es fruto de la observación de signos en esas áreas), sin necesidad de considerar el sentido de la conducta del menor. Este es un tipo de diagnóstico muy diferente al habitual en medicina, dado que no se realizan pruebas físicas. El evidente gran incremento de menores con TDA/H en los últimos años no obedece a que existan hoy mejores medios para diagnosticar, sino que depende de factores extraclínicos. Hay muchas guías de práctica clínica sobre TDA/H, que pretenden orientar a los clínicos. Entre todas ellas, sólo la Guía Española del Ministerio de Sanidad y Consumo considera que se trata de un trastorno neurobiológico. Ésta es una apreciación poco ajustada a los hechos, ya que los niños que llegan a ser diagnosticados provienen de problemáticas muy diferentes y su comportamiento puede tener variados sentidos. Este campo clínico vive un fuerte y extenso debate en todo el mundo sobre la condición TDA/H, y la forma de tratar a los niños que presentan este problema. Una parte de los profesionales psiquiatras y psicólogos opinan que si el niño ha sido diagnosticado con TDA/H, debe ser puesto en tratamiento con metilfenidato o atomoxetina. Hay muchos tipos diferentes de psicoterapia que pueden ser útiles. Los psicoterapeutas analizan cada caso, encuentran los núcleos problemáticos e implementan técnicas que pueden ser diferentes en cada menor. Las psicoterapias que intentan encontrar el sentido al comportamiento del menor, empiezan por escuchar a éste y a sus familiares, recogiendo sus perspectivas y buscando recursos que puedan ayudar a superar las dificultades. Diferentes orientaciones de las psicoterapias pueden ayudar a superar efectivamente el problema. La utilidad de procedimientos psicológicos está reconocida por publicaciones de prestigio, como la Guía de Práctica Clínica NICE de Inglaterra. Los fármacos actuales tienen una eficacia limitada tanto en el alcance de sus beneficios, como en el tiempo que duran. Hay pruebas que indican que mantener el fármaco durante un tiempo prolongado, unos dos años, empeora el estado de los menores; teniendo éstos un desempeño peor en numerosas áreas que incluyen los estudios y la conducta. Además, es probable que aparezcan problemas indeseados, tanto físicos como de comportamiento, además de otros bien establecidos como un relevante aumento de la presión arterial y un importante declive académico. Asimismo, mantener el fármaco tanto tiempo no ha demostrado ser mejor que, incluso, terapias psicológicas ya un poco anticuadas. En definitiva, y según los estudios actuales, el metilfenidato y la atomoxetina no son la primera opción de tratamiento para el niño que ha sido diagnosticado con TDA/H. La ayuda primera debe ser de tipo psicosocial o psicopedagógica, adaptado a las características propias de cada caso.

dilluns, 22 d’abril del 2013

EL PODER "CURATIVO" DE LA PALABRA

Josep Fita. La Vanguardia.com Sanidad 17/4/2013.
 Analizamos los efectos positivos del lenguaje a través del prisma de la psicología, el 'coaching' y la espiritualidad.

El ser humano es, en esencia, un animal verbal. Eso quiere decir que la acción de comunicarse la lleva inscrita en su ADN. Quizás sea por ello, por tratarse de algo tan ancestral y a la vez tan cotidiano, que muchas veces no somos del todo conscientes del poder que puede llegar a ejercer la palabra respecto a terceros y a uno mismo. Es posible que el simple hecho de tener esta herramienta tan a mano y de utilizarla casi de manera automática haya ejercido sobre nosotros una falsa sensación de inocuidad, tanto en su vertiente negativa como en la positiva, en relación a todo aquello que verbalizamos. Nada más lejos de la realidad. “La palabra puede ser fuente de curación y crecimiento”, explica a LaVanguardia.com la psicóloga Mercè Conangla, una de las creadoras del concepto de ecología emocional y cofundadora de la Fundació Àmbit. Se ha constatado, relata, que las personas a las que se les administra calmantes y, a pesar de ello, siguen sufriendo – “el dolor se puede aliviar con analgésicos pero el sufrimiento psicológico no”- normalizan sus constantes fisiológicas cuando “alguien que se encuentra cerca de ellas les acompaña con esa palabra tierna. Es muy curativo”. En la técnica de la PNL (Programación Neuro-Lingüística) la palabra también tiene un peso fundamental. El lenguaje, como explica Pablo Mora, psicólogo y responsable del centro Coaching Barcelona, supone en este método uno de sus tres pilares fundamentales. “En lugar de interpretar, suponer, o ponernos en el lugar del otro, gracias al lenguaje es posible averiguar cuál es exactamente la experiencia subjetiva de la persona”. Mediante el uso de la palabra, es posible recopilar información útil para, posteriormente, iniciar el proceso de cambio, “ya sea transmitiendo confianza, motivación, induciendo nuevos estados, modificando creencias, instalando nuevos aprendizajes que mejoren su experiencia subjetiva…”. A través del lenguaje también es factible “reaprender a hacer las cosas de otra manera, obteniendo resultados distintos”, afirma Mora. “Se trata de transmitir a las personas que su situación es reversible”. Así ocurrió, por ejemplo, con uno de sus pacientes. Se presentó en su consulta con un diagnóstico más que dudoso de posible dislexia, elaborado por dos profesionales distintos, y con el uso de la palabra –“y de la hipótesis de que el joven no sufría ninguna patología”- se halló la solución. “Le hice notar, conversando con él, que no tenía ningún problema, sino que se trataba de aprender, en este caso, a leer de otra manera”. Sin duda, en todos los casos la credibilidad del emisor es parte fundamental de la ecuación para que el discurso pueda llegar a tener el efecto deseado. En este sentido, cómo no, el contenido del mensaje, pero también el tono utilizado (las pausas, la comunicación no verbal, etc.), se antojan indispensables para que la fuerza de la palabra alcance su máxima expresión. Válido para uno mismo El poder del lenguaje también tiene su incidencia en el diálogo interior que mantiene todo ser humano consigo mismo. Un discurso mental, éste, que en muchos casos hay que combatir por su tendencia a la negatividad (quizás por la propia naturaleza de la mente humana, que “tiene un lado muy neurótico y difícil”, como explicaba en su día Ramiro Calle). También la experiencia vital puede jugar un papel fundamental en este sentido, y es que “a partir de las palabras que hemos recibido, elaboramos nuestras creencias”, recuerda Conangla. “Y éstas son como el software de nuestro disco duro a partir del cual generamos también emociones”. En ambos casos, se da la paradoja de que el problema y la posible solución tienen idéntica base, la palabra, pero usada de forma antagónica. “Así como nos podemos herir, también nos podemos decir palabras que curan”, recuerda Conangla. Parece obvio, sin embargo, que es más fácil destruir que construir, lo que significa que cuesta mucho menos caer en las trampas que te presenta a menudo la mente que urdir un discurso positivo. “Pero para sentirse bien hay que esforzarse”, explica Jaume Grau, profesor de yoga, con más de 20 años de experiencia, y director de la escuela que lleva su nombre. “Nuestro discurso mental nos condiciona. Hay muchos libros que te dicen ‘tu vida es la suma de tus pensamientos’, ‘es lo que te dices a ti mismo’, pero lo que no te dicen es cómo has de pensar o qué tipo de lenguaje has de utilizar”, lamenta Pablo Mora. El sonido, beneficioso Ya no la palabra, sino un simple sonido o vibración, que vendría a ser la versión más primitiva del lenguaje, puede reportar beneficio al ser humano. Los mantras que se recitan en la práctica del yoga serían un claro ejemplo. “El sonido es algo muy primitivo en la raza humana”, apunta Jaume Grau. “Es algo que nos vincula mucho con lo más profundo de nosotros mismos. Escuchas los pájaros, el agua, la lluvia, los árboles y te producen un efecto. Por eso quizás también buscamos el contacto con la naturaleza, con los orígenes, porque también es una necesidad en parte”, agrega. La casa de la palabra Muchas veces, para que la palabra pueda tener el efecto deseado, hay que fomentar un contexto adecuado. Los gritos, la soberbia, la petulancia… todo son obstáculos que pueden hacer acto de presencia en innumerables ocasiones minando la posibilidad de que la comunicación fluya. Esto lo tienen muy claro en Mali. Según explica Mercè Conangla, en muchos pueblos de este país africano existe una construcción, “hecha con adobe y recubierta con paja y troncos”, a la que se le denomina la casa de la palabra. Es un lugar para dirimir, pacíficamente, posibles disputas. Para empezar, estas casas acostumbran a medir un metro sesenta centímetros de altura. Eso quiere decir que muchas personas que acceden lo primero que tienen que hacer es agacharse (eso les recuerda que si quieren entenderse con los demás deberán ser humildes). Una vez dentro, ambos contendientes se sientan uno enfrente del otro con un tronco como silla. Cuando, preso de la furia que genera la misma discusión, uno de ellos se levanta de golpe para abalanzarse sobre el contrario se da de cabeza con el techo. Eso le recuerda que con la agresividad no se arregla nada y solo se consigue sufrimiento. Seguro que con este antiguo, pero no menos efectivo, sistema será mucho más fácil alcanzar un acuerdo satisfactorio. Y todo ello gracias a que se han dado todos los condicionantes para que la palabra pueda fluir sin impedimentos.