divendres, 27 de maig del 2011

RESULTADOS DE LA INVESTIGACION SOBRE FECUNDIDAD Y TRAYECTORIA LABORAL DE LA MUJER EN ESPAÑA



ISSN 1886-1385 © INFOCOP ONLINE

El pasado día 10 de diciembre, en el Consejo General de Investigaciones Científicas(CSIC), se presentó el trabajo de investigación Fecundidad y Trayectoria Laboral de las Mujeres en España, financiado por el Instituto de la Mujer y dirigido por la demógrafa Margarita Delgado con la colaboración de Laura Barrios, Francisco Zamora, Noelia Cámara, Inés Alberdi y Alessandra de Rose.
En este estudio, se ha realizado una encuesta a casi 10.000 mujeres de edades comprendidas entre los 15 y los 75 años. Según la nota de prensa que se ha publicado en la página web del CSIC, los principales resultados de dicha investigación indican lo siguiente:
  • Se constata un proceso de cambio en las prioridades de las mujeres nacidas después de 1995. Efectivamente, el aumento del nivel educativo y, consecuentemente, de la incorporación de la mujer al mundo laboral ha influido en los procesos familiares. Más concretamente, la encuesta indica que las mujeres con un empleo fijo retrasan su maternidad. Además, cuando se comparan aquellas que tienen un nivel básico de estudios frente al grupo de mujeres que tienen un nivel superior de formación, se encuentran, no sólo diferencias respecto a la edad del primer hijo –25,1 y 32,4 años de media, respectivamente-, sino también una inversión en cuanto al proyecto vital relacionado con el trabajo y la maternidad, de manera que las primeras tienen hijos en primer lugar y después buscan un empleo estable y las segundas no tienen hijos hasta que no tienen una seguridad laboral.
  • La discriminación laboral ha aumentado en los últimos años, puesto que hasta un 75% de las madres trabajadoras afirman haber tenido problemas o dificultades en el trabajo relacionadas con su maternidad. Es más el 20,30% de las mujeres de edades comprendidas entre los 20 y 34 años reconoce que sus posibilidades de promoción laboral se encuentran claramente limitadas por tener hijos.
El periódico El País se ha hecho eco de este estudio y subraya que la mayoría de las mujeres se enfrenta a una decisión importante en sus vida, ¿tener hijos o trabajar?Desde hace varias décadas, la mujer tiene un nivel de estudios equiparable al del hombre y, por ello, lucha por obtener un empleo estable y acorde a su nivel de formación. En consecuencia, a pesar de que el deseo de tener hijos se mantiene, la maternidad se retrasa cada vez más, lo que contribuye a que tengamos una de las tasas de natalidad más bajas de Europa (1,38 hijos por mujer). Sin duda, el desarrollo de políticas de conciliación laboral y familiar más eficaces, siguiendo el ejemplo de otros países más avanzados en este campo (guarderías públicas, sueldo, flexibilidad horaria, etc.), contribuiría a invertir este proceso que, hoy por hoy, no garantiza en su totalidad la renovación poblacional.
Fuentes: 
CSIC 
El País

diumenge, 22 de maig del 2011

8 DE CADA 10 PACIENTES CON DEPRESIÓN ABANDONA LA MEDICACIÓN


El 78% de los pacientes con depresión abandona el tratamiento farmacológico antes de tiempo. Ésta es una de las conclusiones de un estudio publicado en la revistaEuropean Psychiatry y realizado en España, con una muestra de 7.525 pacientes.

El estudio ha sido llevado a cabo por un equipo de investigadores del Instituto Catalán de la Salud (ICS) y del Instituto de Investigación en Atención Primaria (IDIAP) Jordi Gol de Lleida, con el objetivo de evaluar la adherencia de los pacientes al tratamiento farmacológico de la depresión, así como los aspectos asociados al abandono del mismo. Para ello, y durante un periodo de 3 años, los investigadores realizaron un seguimiento del cumplimiento de la medicación a los pacientes que comenzaban un tratamiento antidepresivo.


De los datos obtenidos en el estudio, se observa que apenas un 22% de los pacientes evaluados consiguió mantener el tratamiento durante el periodo recomendado (esto es, un mínimo de 6 meses), mientras que la mayor parte (el 78%) abandonó el tratamiento antes de cumplir ese plazo, siendo el porcentaje de abandono más alto durante los primeros cuatro meses. Se observó también que los hombres presentaban más riesgo que las mujeres de abandonar el tratamiento farmacológico de manera temprana, ya que el 50% de los hombres manifestó haber dejado la medicación después de dos meses y el 50% de las mujeres después de tres meses.
Los resultados de esta investigación, -con un porcentaje de abandono del tratamiento antidepresivo del 78% de los casos-, ponen en entredicho el modelo asistencial que se presta habitualmente en nuestro país, excesivamente medicalizado y biologicista, y donde no se tiene en cuenta la participación del paciente en la toma de decisiones sobre su tratamiento.
Una tasa de abandono tan elevada cuestiona gravemente, además, la pertinencia de esta estrategia de intervención (el tratamiento farmacológico) como el abordaje de primera línea para la depresión. Más si cabe, si tenemos en cuenta que existen otras alternativas, como el tratamiento psicológico y, en concreto, la terapia cognitivo-conductual, que ha demostrado una eficacia igual o superior para el tratamiento de la depresión y que supone menos riesgos para la salud y menos efectos secundarios -véanse los recientes metaanálisis de Kirsch (2008), Khan (2002) y Fournier (2010)-.
Como ejemplo práctico, en el Reino Unido, uno de los países que ha sido pionero en la introducción de la intervención psicológica para los pacientes con problemas de salud mental (ansiedad y depresión) en Atención Primaria, los estudios publicados muestran que el éxito de estas intervenciones supera con creces al abordaje tradicional. Así, de acuerdo a los últimos datos publicados en la revista British Journal of Clinical Psychology, de un total de 2.017 pacientes que participaron en los programas de intervención psicológica, tan sólo 319 abandonaron el tratamiento, lo que supone el 15% del total. Entre los beneficios de la terapia psicológica, los autores señalan la eficacia en la reducción de síntomas asociados a los problemas de ansiedad y depresión, la disminución del riesgo de recaída de estos pacientes, el mantenimiento de los resultados a largo plazo y las altas tasas de recuperación alcanzadas, evitando la cronificación del trastorno y disminuyendo, consiguientemente, el número de visitas al médico (Richards y Syckling, 2009).
Las conclusiones de estos estudios, en su conjunto, ponen en evidencia que es imprescindible tener en cuenta la naturaleza biopsicosocial de los trastornos mentales para el diseño de las estrategias de atención sanitaria, de tal manera que dichas estrategias no se dirijan necesariamente hacia la medicalización, sino hacia la respuesta terapéutica que, sobre la base de la evidencia empírica, demuestre mayor eficacia y eficiencia. Sin embargo, para ello es necesario el establecimiento de un compromiso político que permita optimizar la calidad de la atención que se presta y que se proponga frenar las graves repercusiones que supone una mala gestión y asistencia de las personas con enfermedad mental, tanto para los propios afectados (riesgo de recaída, cronificación del problema, aumento de visitas al médico,etc.), como para el sistema sanitario y la economía del país.
Fuente:
Catalina Serna, M., Cruz, I., Real, J., Gascó, E. y Galván, L. (2010). Duration and adherence of anti-depressant treatment (2003 to 2007) based on prescription data base. European Psychiatry , 25, 206–213.
Referencias:


Fournier, J.C., DeRubeis, R.J., Hollon, S.D., Dimidjian, S., Amsterdam, J.D., Shetlton, R.C. y Fawcett, J. (2010). Antidepressant drug effects and depression severity. A patient-level meta-analysis. Journal of the American Medical Association, 303, 1, 47-53.
Khan, A., Leventhal, R.M., Khan, S.R., Brown, W.A. (2002). Severity of depression and response to antidepressants and placebo: an analysis of the Food and Drug Administration database. Journal of Clinical Psychopharmacology, 22, 1, 40-45.
Kirsch, I., Deacon, B.J., Huedo-Medina, T.B., Scoboria, A., Moore, T.J., Johnson, B.T. (2008). Initial severity and antidepressant benefits: a meta-analysis of data submitted to the Food and Drug Administration. PLoS Medicine, 5, 2, e45.

Richards, D.A. y Syckling, R. (2009). Improving access to psychological therapies: Phase IV prospective cohort study. British Journal of Clinical Psychology, 48, 377-396.

UN ESTUDIO EVIDENCIA UNA MEJORÍA SIGNIFICATIVA A LOS SEIS MESES DEL INICIO DEL TRATAMIENTO PSICOLÓGICO


Recientemente, Europa Press se ha hecho eco de un estudio realizado por Apertiaen colaboración con el Centro de Psicología Álava Reyes, cuyo principal resultado indica que las personas que acuden a tratamiento psicológico logran una mejoría significativa, experimentando un mayor bienestar psicológico, en un plazo medio de seis meses.

En concreto, para este estudio, se ha contado con un total de 110 casos clínicos atendidos en dicho centro de atención psicológica, de lo cuales, la mayoría eran mujeres (69%) con una edad media ligeramente inferior a la de los varones (38 y 41 años, respectivamente).

Al analizar esta muestra de pacientes, se encontró que el 92% del total de las personas atendidas mostraron una mejoría clínicamente significativa, definida como la reducción del malestar y un manejo más adecuado de los problemas por los que habían acudido a terapia, seis meses después del inicio del tratamiento psicológico. Así mismo, también se registró un incremento del bienestar psicológico, puesto que estos pacientes indicaron que su nivel de felicidad era mayor, que la confianza en sí mismos había aumentado, al igual que su nivel de optimismo y de satisfacción personal. En relación con la evolución del cambio, según se subraya en la noticia, parece que la mayor tasa de mejoría se alcanzaría a lo largo de los primeros tres meses, puesto que es cuando la persona aprende a "conocer e identificar sus puntos débiles (...) adquiriendo nuevas herramientas" más eficaces para el manejo y el afrontamiento de sus problemas. Después de estos primeros meses, los cambios logrados comenzarían a consolidarse y, aunque se detectan incrementos en cuanto a dicha mejoría, la velocidad de ésta sería menor. 
Estos datos, que, en general, se encuentran en la línea de otros estudios empíricos realizados sobre la eficacia de los tratamientos psicológicos, contrastan con otra noticia sobre el XXVIII Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental, también publicada por Europa Press en el mes de abril, en la que se indica que el consumo de fármacos antidepresivos se ha triplicado en nuestro país en la última década, suponiendo el 47% del gasto farmacéutico total en salud mental. Sin embargo, el 80% de los pacientes abandonan el tratamiento psicofarmacológico, tal y como se recoge en un estudio publicado por el equipo de Catalina Serna en la revista European Psychiatry. En consecuencia, parece plausible concluir que, según apuntan la mayoría de los datos, los tratamientos psicológicos no sólo muestran adecuados niveles de eficacia, sino que también presentan buenos niveles de eficiencia, puesto que son más baratos y presentan mejores índices de adherencia terapéutica, lo que, en definitiva, repercute en la calidad de vida de las personas.

Fuentes:
Catalina Serna, M., Cruz, I., Real, J., Gascó, E. y Galván, L. (2010). Duration and adherence of anti-depressant treatment (2003 to 2007) based on prescription data base. European Psychiatry, 25, 206-213.


dimarts, 17 de maig del 2011

LA ECONOMIA DE LA INFELICIDAD

Comentario:  Muy buen articulo que ilustra en qué medida nos afecta personalmente el estado de la economia y también en qué contribuimos como ciudadanos en la búsqueda de la "supuesta felicidad" basada en los objetos de consumo.
NOTICIA
La economía no es algo ajeno a nosotros. Los seres humanos formamos parte de ella del mismo modo que los peces forman parte del océano. Tanto es así, que podría describirse como el tablero de juego sobre el que hemos edificado nuestra existencia, y en el que a través del dinero se relacionan e interactúan tres jugadores principales: el sistema monetario, las organizaciones y los seres humanos. Cabe decir que esta partida está regulada por leyes diseñadas por los Estados. Sin embargo, por encima de su influencia, el poder real reside en los ciudadanos: con nuestra manera de ganar dinero (trabajo) y de gastarlo (consumo) moldeamos día a día la forma que toma el sistema.